Las heridas en aves de corral son interrupciones de la continuidad de la piel con o sin presencia de plumas. Comúnmente son causadas por peleas entre animales del mismo corral, mascotas con comportamiento predatorio, animales salvajes tratando de apresar las aves de corral y heridas con objetos cortantes. 

Prevalencia de las heridas en aves de corral 

Las heridas se presentan de manera común en las aves de corral y pueden ocurrir en cualquier tipo de explotaciones. Existen muchos factores asociados al origen de las heridas: jaulas, perchas, y equipos con partes o bordes filosos, tornillos, clavos y puntas de cables mal colocados.  

Las heridas son mucho más comunes en la producción de aves en piso o durante el pastoreo, donde las aves están expuestas al ataque de animales salvajes como zorros, mapaches e incluso animales domésticos como perros y gatos. Las aves confinadas también están expuestas en peleas territoriales, picoteo durante la postura o aves con tendencias caníbales. Este último caso es uno de los más comunes de lesiones en aves confinadas 

Manifestaciones clínicas 

Laceraciones en la piel, rasguños (figura 1), presencia de sangre en la piel o plumas, inflamación en la piel, crestas y barbas pálidas por pérdida de sangre. 

Figura 1. Pollo con rasguños y heridas en la piel. Fotografía: Dra. Irene Rojas.

Figura 2. Cloaca de gallina con hemorragia. Fotografía: Dra. Eva Wallner-Pendleton.

Hallazgos de necropsia 

Lesiones superficiales (figura 1) pueden conducir a infecciones en la piel y causar la muerte; en este caso, la piel lucirá húmeda y frecuentemente con signos severos de inflamación subcutánea como: congestión, exudados caseosos, edema y piel crepitante (infecciones con bacterias productoras de gases).  

Heridas punzantes o perforaciones como las causadas por picoteo de la cloaca (figura 2) pueden originar una peritonitis e incluso la muerte. La necropsia revelará una infección abdominal severa con presencia de exudados serosos o caseosos y marcada congestión de vasos sanguíneos abdominales y sacos aéreos. 

Cómo evitar heridas en aves de corral 

Las estrategias de prevención dependerán de la causa de las heridas. 

Peleas territoriales entre gallos del mismo corral son comunes

Una solución para esto es reducir el número de machos, aumentar el número de hembras por macho, separar a los machos y si es posible aumentar el tamaño del corral, para que cada macho tenga su propio territorio. Como regla, se recomienda tener una proporción de 10 hembras por cada gallo (esto puede variar de acuerdo a la especie). 

El canibalismo puede presentarse debido a deficiencias nutricionales

Para esto, dar alimentos balanceados comerciales a las aves es la mejor opción. Suplementar la dieta con pasto puede ser de gran ayuda, el alto contenido de fibra en el pasto servirá de sustrato para millones de bacterias benéficas en el ciego, lo que traerá beneficios nutricionales; además, el pasto mantendrá a las aves distraídas y menos dispuestas a pelear. 

Conoce más sobre: Canibalismo aviar: prevención y tratamiento 

Las aves de pastoreo están más expuestas al ataque de animales salvajes y de aves de rapiña, evite que sus aves estén cerca de árboles y arbustos altos, pues aves de rapiña y mamíferos carnívoros pueden utilizarlos como escondite antes de atacar. 

Los corrales y nidos no deben tener ningún tipo de clavos, tornillos expuestos, cualquier tipo de objetos afilados o punzantes deben ser retirados. 

Coloque suficientes comederos y bebederos para evitar que las aves de hagan daño entre ellas, pudiendo causar heridas que puedan infectarse. 

¿Cómo tratar las heridas en aves de corral? 

Primeramente, limpie el área afectada, a veces la sangre adherida a las plumas hace parecer la herida mucho peor de lo que realmente es. Para esto, use agua tibia con una solución antiséptica (Clorhexidina 2%) para ayudar a remover la sangre y el sucio de la herida.  

Puede que sea necesario remover algunas plumas para realizar una buena inspección y limpieza de la herida. Las plumas del cuerpo pueden ser simplemente recortadas con una tijera; sin embargo, las plumas primarias y secundarias del ala tienen vasos sanguíneos en su base, cortarlas puede causar pérdida de sangre, por lo que en cambio se recomienda arrancar la pluma de raíz y aplicar presión en el folículo plumoso para evitar hemorragia. Puede que sea necesario suturar si la herida es extensa; siempre aplique un ungüento tópico con antibiótico. 

Idealmente, las aves que estén heridas deben ser separadas de las demás aves, de lo contrario, puede ser atacada por sus congéneres (incluso pueden causar su muerte). En el caso que el ave herida deba ser colocada junto a las otras, cubra o disimule la sangre y la herida con solución antiséptica de color oscuro y observe el comportamiento de las aves sanas antes de retirarse.  

Si otras aves muestran interés en la herida, retire el ave herida inmediatamente del corral y aíslela. Además de lastimar y posiblemente matar a un ave herida, algunas aves pueden desarrollar comportamientos caníbales que será sumamente difícil de erradicar de la parvada. 

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Fuente: extensión.psu