El cuidado de las vacas es importante para evitar cualquier tipo de enfermedad que pudiera alterar su salud. Una de las más comunes es la mastitis. Esta es un proceso inflamatorio de la glándula mamaria y, comúnmente, es consecuencia de una infección microbiana causada por patógenos que penetran a la glándula a través del canal del pezón. 

Asimismo, es probablemente la más costosa de las enfermedades infecciosas endémicas, ejerciendo un gran impacto en la producción animal, su bienestar y la calidad de leche producida. Se caracteriza, comúnmente, por signos clínicos como anormalidades en la leche y la ubre.

No obstante, también posee síntomas subclínicos, los cuales no suelen percibirse a simple vista. Por el contrario, apenas se nota una reducción en el rendimiento de la leche, cuya composición es alterada por la presencia de componentes inflamatorios y bacterias. 

Sabiendo la importancia que tiene el ganado vacuno para nuestros clientes, en el siguiente artículo explicamos cuáles son las consecuencias de la mastitis en las vacas. De esta manera, podrás tomar en cuenta los efectos de esta enfermedad y prevenirla o tratarla a tiempo. 

  • Genera disminución de producción y pérdidas económicas

Esta consecuencia se relaciona estrechamente con la mastitis subclínica. Esto debido a que, pese a que sus síntomas son difíciles de percibir, es la más persistente en las vacas. Al ocurrir frecuentemente, puede conducir a grandes pérdidas económicas, no solo por la disminución de producción, sino también por los elevados conteos de células somáticas presentes en los tanques de leche.

Debido a que es muy difícil de ser detectada rápidamente, requiere tratamientos veterinarios mucho más específicos que tienden a ir en contra de tu presupuesto económico. Por ejemplo, para identificar estos casos de mastitis es necesario un cultivo bacteriológico

Sin embargo, la interpretación de los resultados del tratamiento a veces puede ser confusa y pocos ganaderos o veterinarios pueden evaluar la desaparición de los agentes patógenos de las glándulas afectadas.  

La capacidad de lograr una curación bacteriológica depende de la gravedad del caso, la variación en la respuesta inmune en las vacas, la eficacia del protocolo del tratamiento y la prontitud al iniciarlo. Caso contrario, tendrás que invertir mucho más dinero en procedimientos médicos para poder curar a tu ganado vacuno. 

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  • Altera la calidad y los componentes de la leche

Existen diferentes maneras en la que esta infección intramamaria puede alterar la leche de tu ganado vacuno, entre estas se encuentran:

  • Alteración en la actividad metabólica de las células productoras de leche

La mastitis en las vacas produce una alteración en la actividad metabólica de las células productoras de leche, incluyendo la reducción de la síntesis de leche. Asimismo, interfiere con el equilibrio iónico de esta sustancia, alterando su calidad.

Esto puede producirse debido a afecciones ligadas con la mastitis, como la anorexia, la disminución del flujo sanguíneo en la glándula mamaria o el desequilibrio hormonal. 

  • Corrupción de los componentes de la leche

Como se mencionó anteriormente, la mastitis puede causar anormalidades en la leche y alterar notablemente sus componentes, como sus grasas y proteínas.

  • Produce complicaciones físicas en el ganado infectado

En base a malestares físicos visibles, es posible que esta consecuencia esté ligada a la mastitis clínica. Esto debido a que se caracteriza por la tumefacción, enrojecimiento o dolor en la ubre, aumento de la temperatura rectal, letargo y anorexia.

Sin embargo, si bien los productores de leche y veterinarios consideran que los malestares mayores están asociados con casos graves de mastitis, las vacas también pueden experimentar dolor en casos leves o moderados. El dolor de la ubre puede llegar a ser tan intenso que, en muchas ocasiones, el tiempo de reposo para aliviar los malestares puede llegar a ser contraproducente. 

  • Puede originar hiperalgesia y alodinia

Los casos graves de mastitis provocan hiperalgesia y alodinia. La primera se caracteriza por el aumento de la sensibilidad al dolor. La segunda es una afección en la que un estímulo, que no es doloroso en condiciones normales, puede generar malestares mayores. 

También se ha descrito un estado hiperalgésico que dura al menos cuatro días en vacas con mastitis leve o moderada. Por su parte, las patadas, la agresividad y la falta de flujo de leche cuando se manipula suavemente la ubre de una vaca durante el ordeño son signos de alodinia.

Ahora que conoces las consecuencias de las mastitis en vacas, estamos seguros de que podrás identificar los efectos de esta enfermedad y prevenirla o tratarla a tiempo. Recuerda mantenerte en contacto con tu veterinario de confianza para que te explique cuál es el mejor tratamiento para tus vacas.

En caso necesites más ayuda, en MONTANA contamos con una amplia gama de información y productos asociados a la ganadería y el ganado vacuno. De requerir mayor información al respecto, puedes contactarnos en cualquier momento.