Leptospirosis en perros: síntomas, diagnóstico y prevención de una enfermedad zoonótica

¿Qué es la leptospirosis y por qué se considera una enfermedad zoonótica?
La leptospirosis en perros es una infección bacteriana causada por espiroquetas del género Leptospira sp. Estas bacterias se eliminan por la orina de animales infectados y sobreviven en suelos húmedos o agua estancada. Además de afectar a los caninos, se clasifica como una de las enfermedades zoonóticas más comunes en el mundo, ya que puede transmitirse a humanos en condiciones de alta exposición.
¿Cómo se transmite la leptospirosis en perros?
Los serovares de Leptospira sp. circulan a través de roedores y otros mamíferos, que actúan como reservorios. La transmisión de la leptospirosis ocurre cuando un perro entra en contacto con agua, suelo o mucosas contaminadas. También es posible la infección por mordeduras, transmisión sexual o incluso de madre a cría durante la gestación.
Síntomas de leptospirosis en perros
Los signos clínicos varían según la cepa y el estado inmunológico del animal. Entre los más frecuentes se incluyen fiebre, letargo y pérdida de apetito. Algunos perros desarrollan infección renal canina, evidenciada por vómitos, diarrea, dolor abdominal y poliuria o anuria. En otros casos, la bacteria afecta al hígado, provocando ictericia e incluso insuficiencia hepática canina. En situaciones graves puede aparecer sangrado, dificultad respiratoria y edema.
Diagnóstico de leptospirosis: pruebas y retos
El diagnóstico de leptospirosis es complejo porque comparte signos con otras enfermedades. El veterinario suele recurrir a pruebas de laboratorio como hemogramas, perfiles bioquímicos y ecografías. El diagnóstico PCR Leptospira sp. es una de las herramientas más sensibles para detectar material genético de la bacteria, mientras que las pruebas serológicas (MAT) permiten evaluar la respuesta inmune. En algunos casos, se requiere repetir pruebas para confirmar resultados.
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Tratamiento de la leptospirosis en perros
El tratamiento de la leptospirosis en perros depende básicamente de la fase de la enfermedad. Los antibióticos como penicilina o amoxicilina son eficaces en fases tempranas, mientras que la doxiciclina se emplea en etapas posteriores para eliminar portadores crónicos. Además, el soporte clínico puede incluir fluidoterapia, oxigenoterapia o transfusiones. El uso de antibióticos en veterinaria debe ser prudente y supervisado por un profesional, tanto para proteger al animal como para evitar resistencia bacteriana.
Prevención de la leptospirosis: vacuna y bioseguridad
La prevención de la leptospirosis incluye medidas de bioseguridad como limitar el acceso de los perros a aguas estancadas y controlar roedores en el entorno. Sin embargo, la herramienta principal es la vacuna contra la leptospirosis en perros, que protege contra los serovares más comunes. La vacunación en caninos debe realizarse anualmente para garantizar la inmunidad. Incluso los perros que ya padecieron la infección necesitan vacunarse, ya que no se conoce cuánto dura la protección adquirida de forma natural.
En este contexto, MONTANA pone a disposición Vencomax 12, vacuna polivalente que brinda protección contra siete enfermedades, incluida la Leptospirosis, además es la única que tiene siete serovares de Leptospira sp., contribuyendo al control de esta enfermedad zoonótica.
Artículo citado en: VCA Animal Hospital
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