Reducir el estrés térmico puede ayudar a disminuir el recuento de células somáticas

2025-03-31 15:13:34 | Ganadería

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Reducir el estrés térmico puede ayudar a disminuir el recuento de células somáticas

Cuando los productores enfrentan el clima cálido, su principal preocupación radica en el estrés térmico en las vacas, ya que afecta la producción de leche. Además, contribuye al aumento estacional del recuento de células somáticas. La combinación de mastitis ambiental y altas temperaturas en verano genera pérdidas económicas en el hato, pero pese a estas dificultades, estos efectos se pueden mitigar con prácticas de manejo adecuadas.

Durante el verano, el aumento de la temperatura y la humedad favorece el incremento del recuento de células somáticas (RCS). El estrés ambiental generado por el calor es el principal responsable de este fenómeno, y sus efectos pueden prolongarse en la granja durante semanas o incluso meses. Las vacas, sometidas a estas condiciones, experimentan un mayor nivel de estrés físico, lo que impacta su salud y productividad.

La producción de leche suele disminuir cuando las vacas pasan más tiempo de pie o acostadas en zonas frescas, reduciendo su ingesta de alimento. Durante este periodo, el riesgo de mastitis ambiental aumenta debido a la mayor exposición de la punta del pezón a las bacterias. Además, estudios han demostrado que los altos niveles de hormonas del estrés afectan la respuesta inmunológica, dificultando la eliminación de estos microorganismos.

Cuando las bacterias ingresan a la ubre, el sistema inmunológico responde enviando células somáticas para combatir la infección. Sin embargo, las hormonas del estrés tienen un efecto depresor sobre estas células, reduciendo su capacidad de defensa contra los microorganismos que causan mastitis.

A continuación, se presentan algunos pasos que se pueden seguir para reducir los factores estresantes del calor y disminuir el recuento de células somáticas:

  • Durante el verano, la contaminación bacteriana en la cama del ganado aumenta debido a los altos niveles de humedad, creando un ambiente propicio para la proliferación de bacterias. Mantener las áreas de descanso limpias y secas es fundamental para reducir su crecimiento y fomentar que las vacas se recuesten en los establos en lugar de en el callejón mientras buscan refrescarse.

  • El uso de ventiladores y aspersores es común para mantener la temperatura del ganado bajo control. Sin embargo, su manejo inadecuado puede generar exceso de humedad en la cama, mojar en exceso a las vacas o propiciar la concentración de animales en ciertas áreas del establo. También es crucial minimizar la acumulación de estiércol en zonas donde las vacas puedan ensuciarse, ya que esto aumenta el riesgo de mastitis.

  • Las moscas, además de generar estrés en el hato, son vectores de enfermedades y pueden transmitir organismos patógenos. Su proliferación no solo impacta la producción, sino que también facilita la propagación de la mastitis, especialmente entre las vaquillas, lo que eleva el recuento de células somáticas al momento del parto.

  • Capacitar al personal en los procedimientos de ordeño es clave para garantizar prácticas adecuadas que prevengan nuevas infecciones y permitan identificar rápidamente los casos clínicos de mastitis. 

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Por último, es fundamental proporcionar agua limpia y fresca en abundancia. En temperaturas de 27 °C, las vacas pueden aumentar su consumo de agua en un 50 % en comparación con temperaturas de 4 °C, ya que la hidratación es esencial para su regulación térmica a través de la respiración y la transpiración.

Implementar estas medidas para reducir el estrés térmico, mantener un alojamiento limpio y seco, y optimizar la rutina de ordeño permitirá controlar de manera efectiva la variación estacional del recuento de células somáticas en la granja. Además, la adopción de buenas prácticas de manejo no solo disminuirá la incidencia de mastitis, sino que también favorecerá un aumento en la producción y la rentabilidad del hato.

En MONTANA ofrecemos soluciones para mitigar el estrés térmico en el ganado. HEMATOTAL® ORAL, con betaína anhidra, favorece la hidratación celular y el equilibrio fisiológico en altas temperaturas. Por su parte, LEVUCELL® SC 20, con Saccharomyces cerevisiae CNCM I-1077, mejora la digestión de la fibra y estabiliza el microbiota ruminal.

 Artículo citado en: PennState Extensión

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