Enfermedades respiratorias en terneros lecheros

El Complejo de Enfermedades Respiratorias Bovinas (BRD, por sus siglas en inglés) constituye la segunda causa principal de mortalidad en novillas lecheras no destetadas y la principal en novillas destetadas. Este complejo incluye infecciones virales y bacterianas, y suele originarse por una combinación de estrés, infección viral primaria o inhalación de altos niveles de polvo o toxinas.
El impacto del BRD en la economía de una explotación lechera es considerable, tanto por los costos directos de tratamiento como por los costos indirectos asociados a la reducción en la tasa de ganancia diaria de peso. Algunos estudios sugieren que los episodios de BRD en los primeros 60 días de vida disminuyen la supervivencia hasta el primer parto, aumentan la edad al primer parto, incrementan las dificultades en el parto y reducen la producción de leche en las novillas afectadas.
La clave para minimizar la incidencia del BRD es un manejo adecuado. Algunas prácticas sencillas pueden reducir significativamente la incidencia en novillas pre destetadas y destetadas, tales como:
Administración adecuada de calostro
Se recomienda suministrar 4 cuartos de galón de calostro al ternero lo antes posible tras el nacimiento, idealmente dentro de las primeras seis horas de vida. Una segunda alimentación, de 2 a 3 cuartos de galón, debe administrarse aproximadamente ocho horas después.
El calostro debe ser recolectado de vacas higiénicamente preparadas para el ordeño, en recipientes limpios, y enfriado rápidamente si no se administra de inmediato, para minimizar la proliferación bacteriana.
El calostro fresco o refrigerado proporciona una combinación óptima de inmunoglobulinas, células inmunes, factores inmunitarios, vitaminas y minerales esenciales para el sistema inmune del ternero. Se recomienda además mantener una reserva de calostro congelado para casos en los que no se disponga de calostro de buena calidad.
Alimentación con leche
La cantidad y calidad de la leche o sustituto lácteo administrado, así como la consistencia en los horarios de alimentación, son factores que impactan el crecimiento y la resistencia a enfermedades. Es fundamental alimentar a los terneros a las mismas horas cada día, utilizando productos de buena calidad, y evitar cambios bruscos en la composición. Además, se debe usar equipo de alimentación diferenciado para animales enfermos y sanos.
Manejo de la cama
Las áreas de descanso deben mantenerse secas, limpias y protegidas de corrientes de aire. Los terneros menores de tres semanas son especialmente vulnerables al estrés por frío cuando la temperatura ambiente desciende por debajo de 15 °C.
En estas condiciones, requieren mayor aporte energético para mantener su temperatura corporal, lo cual podría comprometer su crecimiento y desarrollo inmunitario. La cama debe ser profunda y absorbente, idealmente de paja, permitiendo que las patas del ternero queden cubiertas al estar acostado.
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Ventilación adecuada
En los corrales individuales, se recomienda no utilizar más de dos paredes sólidas para permitir una ventilación natural adecuada. La ventilación ayuda a reducir la concentración de bacterias, polvo y amoníaco en el ambiente, minimizando así el riesgo de infecciones respiratorias.
- En invierno, deben realizarse al menos 4 renovaciones de aire por hora.
- En verano, un mínimo de 30 renovaciones por hora es necesario para mantener un ambiente saludable.
Densidad de animales y agrupamiento
Para minimizar la propagación de enfermedades, se deben formar grupos pequeños de menos de 10 novillas, asignándoles un espacio de al menos 2 a 3 metros cuadrados por animal. De ese modo, agrupar un número elevado de animales incrementa la transmisión de enfermedades respiratorias, especialmente tras el destete, cuando el estrés social puede ser un factor de riesgo importante.
Diagnóstico temprano y control de la enfermedad
La detección temprana de signos clínicos es fundamental para contener la propagación del BRD. Los animales afectados deben ser aislados inmediatamente del resto del lote. La enfermedad se transmite a través de secreciones nasales en aerosol, lo que facilita su diseminación incluso en corrales abiertos.
Existen sistemas de puntuación visual, como los desarrollados por la Universidad de Wisconsin y la Universidad de California en Davis, que ayudan a identificar animales enfermos basándose en la presencia de tos, secreción nasal y ocular, apariencia general y temperatura rectal.
Es importante destacar que el tratamiento antibiótico no siempre es exitoso debido a la resistencia bacteriana. Por tanto, la prevención sigue siendo la estrategia más efectiva.
Recomendaciones finales:
Para reducir la incidencia de enfermedades respiratorias en terneros se debe:
- Administrar 4 cuartos de galón de calostro dentro de las primeras seis horas de vida.
- Establecer un programa de alimentación constante y nutricionalmente adecuado.
- Mantener las instalaciones limpias, secas y bien ventiladas.
- Diagnosticar y tratar rápidamente cualquier signo de enfermedad.
- Agrupar a los animales en lotes pequeños y homogéneos.
- Minimizar los cambios bruscos en manejo, alimentación y alojamiento.
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Artículo citado en: Department of Animal and Food Sciences, University of Kentucky
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