Mycoplasma gallisepticum en aves de corral: síntomas, transmisión y estrategias de prevención

¿Qué es Mycoplasma gallisepticum y por qué representa un riesgo para las aves de corral?

Mycoplasma gallisepticum es una de las principales causas de enfermedades respiratorias crónicas en aves de corral, especialmente en pollos y pavos. Este microorganismo, al carecer de pared celular, presenta una resistencia natural frente a varios antibióticos, lo que complica su eliminación en los sistemas productivos.

Su impacto económico es considerable: genera pérdidas por menor ganancia de peso, disminución en la postura de huevos y aumento en la mortalidad cuando no se maneja adecuadamente.

¿Cómo se propaga el Mycoplasma gallisepticum en los planteles avícolas?

La diseminación del patógeno puede ocurrir de manera horizontal, a través del contacto directo entre animales o mediante secreciones respiratorias contaminadas. También existe transmisión vertical, donde aves reproductoras infectadas pueden transmitir la bacteria a sus crías vía huevo. Esta última vía representa un reto serio para la bioseguridad y la sostenibilidad de las granjas avícolas.

Principales signos clínicos y repercusiones productivas

Los animales infectados pueden presentar estornudos, secreción nasal, tos, sinusitis y dificultad para respirar. Además, se observa una reducción en el consumo de alimento y agua. En pavos, los síntomas tienden a ser más severos. La infección también abre la puerta a patologías secundarias, lo que incrementa los costos sanitarios y reduce la productividad. A nivel económico, las pérdidas se reflejan en tratamientos, bajas en rendimiento y productos no aptos para el consumo.

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Diagnóstico eficaz de Mycoplasma gallisepticum

El diagnóstico clínico debe confirmarse mediante pruebas de laboratorio. Entre las más utilizadas se encuentran ELISA, inhibición de la hemaglutinación (HI) y la técnica de PCR, que permite identificar con precisión el ADN del agente infeccioso. Aunque el aislamiento bacteriano sigue siendo útil, requiere de medios especiales y mayor tiempo de espera para resultados.

Prevención, control y manejo de casos positivos

La prevención sigue siendo la mejor estrategia frente al Mycoplasma gallisepticum. Esto implica implementar estrictas medidas de bioseguridad, adquirir aves certificadas como libres de la bacteria, controlar plagas y mantener una correcta desinfección de las instalaciones.

En situaciones donde ya se ha identificado la infección, el tratamiento puede incluir antibióticos como tilosina, tiamulina, tilvalosina, tetraciclinas o fluoroquinolonas, cuya eficacia dependerá del perfil de sensibilidad de la cepa involucrada. Además, se dispone de vacunas vivas y muertas que ayudan a mitigar los efectos clínicos, aunque no garantizan la erradicación total del agente.

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Artículo citado en: Manual de veterinaria de MSD